2 de diciembre, EN ROMA, SANTA BIBIANA, VIRGEN Y MÁRTIR

Esta mártir romana del imperio de Juliano el Apóstata (361-363), fue condenada por no querer apostatar a ser flagelada atada a una columna, que se conserva en la iglesia a ella dedicada, como sus restos.

Su cuerpo fue arrojado a los perros, que no lo tocaron, y finalmente fue enterrado junto a sus padres y su hermana, también mártires, en su casa donde se levanta el templo.

En 1626, Bernini recibió el encargo del Papa Urbano VIII de reformar la basílica y esculpió una estatua de la santa, que permanece en su iglesia, la primera obra sacra ejecutada por el genial escultor barroco. Es abogada de los epilépticos y de los alcohólicos.

Su templo se encuentra detrás de la estación Termini, en medio de un cruce de vías. Es tan delicioso como desconocido; es una basílica de tres naves, separadas por columnas de acarreo, en miniatura, con bellos frescos en la nave central de Berrettini, Ciampelli y Pietro da Cortona, pero que no ha perdido el sabor medieval.