Estaciones de la II Semana de Cuaresma

Estaciones de la II Semana de Cuaresma

Ramón de la Campa Carmona

Academia Andaluza de la Historia

DOMINGO II DE CUARESMA, DE LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR

En Roma, estación en la Basílica de Santa Maria in Domnica alla Navicella, que se remonta al siglo V, alla Navicella, por la fuente que se alza delante del templo.

Primitivamente este día no había estación porque las ordenaciones se prolongaban hasta la vigilia. Finalmente se fijó está iglesia.

De nuevo ascendemos al Celio. Fue una de las siete diaconías regionarias de Roma, que ejercían la caridad en la Urbe. No olvidemos que la limosna es uno de los ejercicios privilegiados de la cuaresma

Fue reconstruida por el Papa Pascual I a principios del siglo IX, periodo al que se remontan los mosaicos de la cabecera. Como en la transfiguración, a los lados del arco triunfal, Moisés y Elías, la Ley y el profetismo que llegan a su plenitud en Cristo, que nace de la Virgen María, y que se manifiesta como Salvador en medio de su Iglesia.

“Oh Dios, que nos ves despojados de toda virtud: guárdanos interior y exteriormente, para que seamos defendidos de todas las adversidades en el cuerpo y seamos limpiados de malos pensamientos en la mente”.

LUNES DE LA II SEMANA DE CUARESMA
En Roma, estación en la Basílica de San Clemente presso il Colosseo. Este lugar es un auténtico palimpsesto de la historia del cristianismo en Roma. Domus Ecclesiae junto a un templo de Mitra, el gran rival de Cristo en la tardoantigüedad, basílica paleocristiana, dedicada al tercer sucesor de San Pedro, y, sobre ella, la medieval, que es la actual.
Después de hacer un recorrido histórico nuestras miradas se centran en los bellísimos mosaicos del siglo XII, que nos muestra como la Cruz, instrumento de suplicio, por amor divino se convierte en Árbol de la Vida, y, donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia.
“Concede, te pedimos, Dios omnipotente, que tu familia, que afligiendo la carne se abstiene de alimentos, se abstenga también de la culpa obrando la justicia”.
MARTES DE LA II SEMANA DE CUARESMA
En Roma, estación en Santa Balbina, y por obras de restauración en San Saba, cerca, en el Piccolo Aventino. Se remonta al siglo VII, en que se establecieron allí monjes del monasterio homónimo palestino, fugitivos de la invasión musulmana, que pasó en el siglo X a los benedictinos y en el XVI, primero a los cistercienses y, definitivamente, a los jesuitas.
La iglesia actual, de tres naves, es románica del siglo XIII, y conserva notables frescos medievales, el suelo cosmatesco y elementos de mármol de los Vasalletti.
“Continúa, Señor, dándonos por tu bondad la asistencia necesaria para este santo ayuno, y pues por ti conocimos nuestros deberes, por tu gracia también los cumplamos”.
MIÉRCOLES DE LA II SEMANA DE CUARESMA
En Roma, estación en la Basílica de Santa Cecilia al Trastevere, que se alzó en el siglo V sobre la casa de la santa mártir y que fue reconstruida en el siglo IX, fecha en que sus reliquias fueron aquí trasladadas desde las Catacumbas de San Calixto.
Su tranquila plaza y su idílico compás dan paso a una de las iglesias más elegantes y refinadas de la ciudad, con ese aire áulico del XVIII que la caracteriza, y que resulta tan apropiada para la patrona de arte tan etéreo como la música.
Es un prodigio la imagen de la santa, obra de 1600 del escultor protobarroco Stefano Maderno. Según se cuenta, esta escultura fue modelada sobre el cuerpo de la santa, cuando se abrió su tumba en 1595.
En la disposición del cuerpo resalta sobre todo la peculiar disposición de las manos: La derecha con el pulgar, índice y corazón extendidos; la izquierda, con el índice sólo, con lo que se significa la fe en la Trinidad de Dios: Un solo Dios y Tres Personas.
“Te rogamos, Señor, que mires propicio a tu pueblo, y concede que se abstengan de los vicios a quienes mandas abstenerse de los manjares de la carne”.
JUEVES DE LA II SEMANA DE CUARESMA
En Roma, estación en la Basílica de Santa María in Trastevere. Es una de las más bellas iglesias de Roma y el corazón de su costumbrista y popular rione. Nada más entrar, nos quedamos hechizados ante esos bellísimos mosaicos del siglo XIII que nos narran la vida de María.
En la capilla Althemps se conserva la Madonna della Clemenza, el icono antiguo más grande, del siglo VIII, que presenta a la Virgen como Reina.
“Concédenos, Señor, te rogamos, el auxilio de tu gracia, para que aplicados convenientemente a ayunos y oraciones, seamos liberados de los enemigos del alma y del cuerpo”.
VIERNES DE LA II SEMANA DE CUARESMA
En Roma, estación en la Basílica de San Vitale in Fovea, que se remonta al siglo V. Aun estando en una avenida de las más transitadas de Roma, la Via Nazionale, pasa completamente desapercibida por encontrarse hundida -se desciende a ella por una larga escalera- con respecto al nivel actual de la calle.
El aspecto humilde y severo, aunque elegante de su exterior hace que al ingresar en ella la maravilla sea mayor. Su amplia, luminosa y única nave a la que fue reducida su planta original basilical de tres naves en el siglo XVI, está toda recubierta de frescos recientemente restaurados de Ciampelli, Ligustri y Commodi, con arquitecturas fingidas, paisajes y escenas de martirio.
“Concede, te pedimos, Dios omnipotente, que, con el sagrado ayuno purificador, nos hagas llegar con almas puras a las fiestas sagradas venideras”.
SÁBADO DE LA II SEMANA DE CUARESMA
En Roma, estación en Santi Marcellino e Pietro al Laterano. Son dos mártires de la persecución de Diocleciano (304), presbítero y exorcista de la Iglesia de Roma, tan famosos que entraron a formar parte del Canon Romano.
Es ésta una pequeña iglesia parroquial en el cruce de la Via Merulana con la Labicana, hundida al nivel de la calle, lo que denota su antigüedad, pues se remonta al siglo IV, en las inmediaciones de las catacumbas de la segunda vía citada “ad duas lauros”. Fue reconstruida en 1751 con planta de cruz griega y un aspecto netamente borrominiano.
“Concede, Señor, te rogamos, un efecto saludable para nuestros ayunos, para que la mortificación de la carne fortalezca nuestra alma”.