ESTACIONES DE LA III SEMANA DE CUARESMA

ESTACIONES DE LA III SEMANA DE CUARESMA

Ramón de la Campa Carmona

Academia Andaluza de la Historia

 

DOMINGO III DE CUARESMA, DE LA SAMARITANA

Este día hacemos en Roma estación en la Basílica de San Lorenzo Extramuros o al Verano, el cementerio histórico de Roma, en la Via Tiburtina.

De entre las muchas iglesias dedicadas al santo diácono de origen hispano de la Iglesia de Roma, ésta es la principal, porque fue erigida sobre las catacumbas de Comodilla, donde fue sepultado el mártir, en el 258, persecución de Valeriano. Es una de las siete basílicas de peregrinación de la ciudad.

Se remonta al siglo V. En la confesión, junto a las reliquias de San Lorenzo están depositadas del santo diácono protomártir San Esteban.

También está enterrado en la basílica el Papa Beato Pío IX.

Tiene una planta singular porque es fruto de la unión de dos basílicas distintas por sus cabeceras enfrentadas: la basilica major constantiniana (primer tercio del siglo IV) y la basílica pelagiana, en lugar de un oratorio construido sobre la tumba (finales del siglo VI), unidas en 1217.

El 19 de julio 1943, sufrió daños gravísimos durante el primer bombardeo de los Aliados sobre Roma; reconstruida e inaugurada en 1948, con muchos frescos venerables irremediablemente perdidos.

“Te rogamos, Dios omnipotente, que atiendas los deseos de tus humildes siervos y extiendas para nuestra defensa la diestra de tu majestad”.

LUNES DE LA III SEMANA DE CUARESMA

 

Continuamos hoy nuestra peregrinación cuaresmal virtual por la Roma Eterna. Hoy, estación en la Basílica de San Marcos Evangelista al Campidoglio.

En la plaza homónima está en el corazón de Roma, frente al Capitolio y junto a Piazza Venezia, englobada en el Palazzo Venezia. Es la iglesia nacional de los venecianos en la Urbe, por voluntad del papa veneciano Paulo II en el tercer cuarto del siglo XV.

De planta basilical, de tres naves, su aspecto actual barroco de gran riqueza, de mediados del siglo XVII, no nos puede hacer olvidar su remoto origen, pues fue construida en el 336 por el Papa San Marco, cuyos restos descansan aquí, que quiso dedicarla al santo homónimo, y reconstruida por el Papa Gregorio IV en el primer tercio del siglo IX, de cuya época es el mosaico del ábside.

“Te rogamos, Señor, que derrames tu gracia benigno en nuestros corazones, para que así como nos abstenemos de alimentos cárnicos, así también apartemos nuestros sentidos de los excesos dañosos”.

MARTES DE LA III SEMANA DE CUARESMA

Hoy la estación cuaresmal romana es en Santa Pudenziana al Viminale, en la transitada Via Urbana, muy cerca de Santa María la Mayor.

Ya la escala para descender al nivel de la iglesia nos está indicando su antigüedad. Se alza sobre la casa del senador Pudente, que acogió en ella a San Pedro y la transformó en la primera domus Ecclesiae de la Urbe.

Posiblemente allí vivieron los Obispos de Roma hasta la donación por Constantino del Patriarchio Lateranense.

Recibe el nombre de una de las dos hijas mártires, Santa Pudenciana.

El mosaico del ábside, ca. 390, es el más antiguo mosaico absidal de Roma, de estilo realista tardorromano, no bizantino como la mayoría de la Urbe.

“Escúchanos, omnipotente y misericordioso Dios, y concédenos propicio los dones de una saludable continencia”.

MIÉRCOLES DE LA III SEMANA DE CUARESMA

La peregrinación cuaresmal romana hace hoy estación en Santi Nereo e Achilleo, en el Rione Celio, frente a las Termas de Caracalla, en lugar de San Sisto Vecchio, iglesia de planta basilical, de tres naves, que se remonta al siglo IV.

También era denominada Titulus Fasciolae, porque señalaba el lugar donde a San Pedro, según la tradición, se le había caído un vendaje del pie en su huida de la cárcel Mamertina hacia la Via Appia, donde se encontró al Señor en la famosa escena del Quo vadis.

A principios del siglo IX, el papa León III reconstruyó la iglesia para que en ella reposarán las reliquias de los dos mártires que le dan nombre, trasladadas desde las catacumbas de Domitila, de cuyo momento es el mosaico del ábside.

La última reconstrucción y decoración fue en 1600, financiada por el erudito Cardenal Baronio, el revisor del Martirologio Romano, que aprovechó elementos medievales y diseñó el programa de frescos de martirios que recubren sus muros, en el más neto espíritu contrarreformista.

“Te rogamos, Señor, que nos concedas que, instruidos con ayunos saludables, absteniéndonos también de vicios dañinos, obtengamos más fácilmente tu misericordia”.

JUEVES DE LA III SEMANA DE CUARESMA

La peregrinación cuaresmal romana nos lleva al corazón de la ciudad antigua, al Foro Romano, en concreto al Foro de Vespasiano o Foro de la Paz, señalando la estación en la Basílica de los Santos Cosme y Damián in Via Sacra, a la que ahora se entra tras atravesar un claustro bellamente decorado al fresco desde la Via dei Fori Imperiali. En una estancia de éste se encuentra permanentemente montado un bellísimo belén napolitano de libre visita.

El templo surgió en el 527, cuando el rey Teodorico el Grande donó la biblioteca del Foro de la Paz (Bibliotheca Pacis) y el templo circular de Rómulo al papa Félix IV, que los unió. Fue dedicado a los santos hermanos, médicos mártires, Santos Cosme y Damián, como alternativa cristiana del culto a los gemelos Cástor y Pólux, cuyo templo estaba cercano.

En 1632, el papa Urbano VIII ordenó la reestructuración del edificio y el suelo se elevó 7 metros, nivelándolo con el Campo Vaccino. Además, se le añadió el claustro. El antiguo suelo de la basílica aún es visible en la cripta, que es de hecho la parte inferior de la primera iglesia y en el antiguo templo de Rómulo, que en 1947 se independizó de la iglesia y se puede visitar con acceso desde la Via Sacra, a través de sus primitivas puertas de bronce.

El ábside fue decorado hacia el año 530 d.C. con un mosaico que representa el recibimiento en los Cielos de los dos santos titulares de la iglesia, también de estilo tardorromano, como el de Santa Pudenziana.

En el altar mayor la Madonna de la Salute o del Saluto, que tiene este último nombre porque una vez San Gregorio Magno pasó por allí sin entrar a saludarla y la Virgen se lo recriminó.

“Glorifíquete, Señor, la bienaventurada solemnidad de tus Santos Cosme y Damián, en la que a ellos les conferiste la gloria eterna y a nosotros tu auxilio con inefable providencia”.

VIERNES DE LA III SEMANA DE CUARESMA

Hoy, estación cuaresmal en Roma en el Campo Marzio, en San Lorenzo in Lucina, el primitivo Titulus Lucinae, matrona romana que donó su casa en el siglo IV, consagrada como iglesia en el 440 por Sixto III y reconstruida por Pascual II en el 1130. Se encuentra en una maravillosa plaza a la Via del Corso.

A mediados del XVII, el interior fue completamente barroquizado por Cosimo Fanzago. En el altar mayor se encuentra el famoso crucificado de Guido Reni.

En la iglesia se encuentra sepultado el pintor francés Nicolas Poussin.

La capilla Fonseca fue diseñada por Bernini, de quien es el busto marmóreo del comitente.

En el altar de la primera capilla de la derecha, dedicada a San Lorenzo, en un relicario, se conserva parte de la parrilla del santo diácono mártir.

“Te rogamos, Señor, que mires benigno nuestros ayunos, para que así como nos abstenemos de alimentos en el cuerpo, así ayunemos de vicios en la mente”.

SÁBADO DE LA III SEMANA DE CUARESMA

Continuamos hoy nuestra peregrinación cuaresmal romana con estación en Santa Maria della Vittoria, por encontrarse cerrada por mal estado Santa Susana alle Terme.

Esta iglesia, de gran magnificencia barroca, es de los carmelitas descalzos, y su fama sobre todo se debe a la Santa Teresa de Bernini.

“Concede, te rogamos, Dios omnipotente, que los que afligiendo su carne, se abstienen de alimentos, siguiendo la justicia ayunen de culpa”.

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