TIEMPO DE SEPTUAGÉSIMA

TIEMPO DE SEPTUAGÉSIMA

Antes de la reforma de Pablo VI Montini del misal, existía una antecuaresma: que era el Tiempo de Septuagésima, de transición entre las alegrías de la Navidad y las austeridades cuaresmales, cuya estructuración se remontaba a San Gregorio I Magno, siglo VII.

El color litúrgico de este tiempo es el morado, se suprime el Gloria en la misa y la palabra aleluya en la liturgia. Está presente también en el calendario anglicano y luterano. El domingo de Septuagésima, su comienzo, puede caer del 18 de enero al 22 de febrero.

Son tres semanas, cuyos domingos, por imitación del nombre de Quadragesima, reciben, por un cómputo aproximado, los nombres de Septuagésima, Sexagésima y Quincuagésima. Las iglesias estacionales indicaban una gradualidad ascendente: San Lorenzo Extramuros, San Pablo Extramuros y San Pedro del Vaticano.

Rememoraban la historia Salutis en el Antiguo Testamento, centrándose en los tres patriarcas de los tiempos primordiales: Adán, Noé, Abrahán, figuras de la Redención de Cristo.

Los textos evangélicos adelantaban el contenido de la cuaresma: la invitación a la conversión, el plan de Dios sobre la humanidad y la iluminación de la gloria.